lunes, 17 de octubre de 2011

Carta a Eliza

Caer a mil. No, a cien.

Cerrarse, abrirse,
Romperse en mil pedazos imposibles de replegar.

Sentir que nada puede arreglarse,
tener la certeza de ya no poder continuar.

Llamará?

Al abrir los ojos siento que no soy mas.
Funciono de manera remota.
Sin explicación, ni motivo.

Día a día, hora a hora.
Sin intención certera.

La meta es acabar.

Como poder reiniciar algo que nunca se tuvo que apagar?

Ver el vacio de lo siempre pedido.

Aceptar el hecho,
nunca estuviste conmigo.

Te quise, mas no es lo mismo.

Necesito sentirte, necesito alejarte.
Respirar duele, tu no estas conmigo.
Saber que sufres, me alegra. Te necesito. Ven conmigo.

Cruel necesidad de cobrarte cada juego perdido.

El ansia de hacerte saborear aquello,
ese sabor a venganza.

El regusto de lo aprendido, de lo vivido.
De lo sufrido.

Duele, te quiero.

Ven, vete. Ven conmigo.

Huye lejos no quiero hacer lo que tu hiciste conmigo.
Tengo miedo de seguirte por ese abismo.
Me aterra la idea de ser absorvida por lo negro.

Tengo miedo de ir contigo.

No volvere a la ceguera.
No volvere a ver blanco lo negro.

Eso nunca volvera  a ser bello.

Adios al espejismo de lo que hubo.
Adios a esa agridulce historia.

Hasta nunca al quererte y ser querido.

Adios a la inocencia. Te quise, te quiero.

Bienvenida conclusion. Puertas abiertas a la vacuna de un forzado sano adios.

Solo queda huir, correr a mil.

Tirarnos por ese abismo.
Caer, caer, caer lejos.
De lo que paso, de lo que hicimos.
Rompernos en infinitas piezas.

Mil palabras dichas, escupidas.
Infinidad de puñaladas sangrientas, suturas mal hechas.

Todas las heridas del pasado se estan abriendo.

Te quiero, te odio.

Como te quiero!

No importa. Ven. Ven conmigo.

Vete.

Duele, asfixia. Sentirte es un martirio.
Pero pese a todo. Ven, te quiero aqui conmigo.

Mas, antes dime..
Tú.
Por que nunca me quisiste como yo lo hice contigo?